Mi rutina facial - pieles con tendencia acneica en el adulto
Cuando hablamos del acné del adulto siempre tenemos que tener en cuenta que suele ser multifactorial: se trata de un problema donde la alimentación, el estilo de vida, estrés, hormonas, microbiota digestiva y cutánea juegan papeles fundamentales para su manejo y control.
En mi caso, el acné ha sido caballo de batalla desde la adolescencia hasta el día de hoy, con casi treinta años. Por eso, he probado multiplicidad de productos con mejores o peores resultados, y he ido aprendiendo de forma empírica sobre el cuidado facial de este tipo de pieles. Hoy, ya que varias veces me habéis preguntado, os traigo la rutina que actualmente utilizo para controlar el acné, con muy buenos resultados.

Paso #1: La limpieza es lo más importante
Antes de cualquier producto que vayamos a usar, debemos hacer una limpieza facial adecuada, para eliminar maquillaje, detritus, y dejar la piel receptiva a los principios activos que vayamos a usar. Se recomienda realizar una doble limpieza, con un limpiador acuoso y otro oleoso pero que no sea ocluyente, para poder retirar tanto impurezas hidrosolubles como liposolubles.

En mi caso, que soy bastante mala para seguir rutinas faciales, simplifico mi limpieza facial de la siguiente manera:
Limpieza matutina y nocturna: utilizo un limpiador para pieles mixtas-grasas con tendencia al acné, en concreto, este limpiador de Neutrogena.
Si voy maquillada (que suele ser por la noche): utilizo antes del limpiador un desmaquillante facial que me sirva también para los ojos, en este caso, el 5 en 1 de Nivea.
Paso #2: Exfoliar la piel
En mi caso particular, tengo unas necesidades altas de exfoliación, por lo que utilizo con frecuencia un exfoliante, como siempre, adaptado a las necesidades de mi piel. Se recomienda realizar exfoliación facial 2-3 veces en semana, tras desmaquillar y limpiar.
Yo utilizo dos exfoliantes, ambos de Neutrogena, y los voy alternando:
Exfoliante para pieles acneicas: este en concreto lleva, además de pequeñas partículas exfoliantes, ácido salicílico, compuesto estrella para este tipo de pieles.
Exfoliante para regeneración de la piel, con un grano más fino y, en este caso, con alfa-hidroxiácidos (AHA): para todo tipo de pieles pero por supuesto, no comedogénico.

Nota importante: NO es necesario usar varios tipos de exfoliantes ni realizar exfoliación todos los días, en especial si tu piel es sensible (donde estaría contraindicado). Yo compagino los dos y voy alternando porque en mi caso particular y haciendo pruebas, he observado que es la forma en que mejor me funcionan. Utilizo como principal el naranjita, y si me noto la piel más sensible o enrojecida, utilizo el rosita, que es de grano más fino y "rasca" menos.
Paso #3: Serum con principios activos interesantes
Muchas veces hacemos los pasos de limpieza y desmaquillaje bien, pero no observamos resultados. Son pasos muy importantes, pero necesitamos dar un empujoncito más a la piel por medio de principios activos orientados al objetivo y necesidades de nuestra piel. En el caso de las pieles acneicas, el retinol, retinal o bakuchiol son tus amigos (este último en especial para pieles muy sensibles o que no toleran retinol).

En mi caso, uso un retinol con una concentración bajita, ya que no llevo
tanto tiempo usándolo y no quería empezar por uno con concentración alta. Siempre que vayáis a introducir retinol, es mejor empezar por uno con poca concentración y a días alternos, o incluso solo 2-3 días en semana, para ver cómo reacciona tu piel y ver la tolerancia. A partir de ahí, según la piel se acostumbre, iremos subiendo dosis y frecuencia de aplicación.
En mi caso particular, inicié por uno de babaria pero no me fue nada bien, tenía demasiado poco retinol, así que subí a uno un poquito mejor, también de inicio, en este caso de