¿Necesitas un probiótico o un prebiótico?
Actualizado: 9 ene 2022
Aunque los nombres son similares, y sus usos también, no son exactamente lo mismo. ¿Quieres aprender las diferencias? Quédate por aquí.

Para empezar, hay que tener claro que aunque son cosas parecidas, no son lo mismo, ni se usan de igual forma.
Un probiótico es un compuesto que contiene en su interior bacterias beneficiosas para el ser humano.
Un prebiótico, en cambio (con "e" en lugar de "o") es un compuesto que incluye aquellas fibras y otros elementos de los cuales nuestras propias bacterias se alimentan.
Síndrome de Intestino Irritable (SII)
Para entendernos adecuadamente, pongamos un ejemplo. Imaginad que tengo una paciente con síndrome de "colon irritable": es una persona a la cual le influirán mucho los alimentos que tome, cómo estén preparados, los horarios de alimentación... Una persona que tenga esta dolencia padecerá de periodos de estreñimiento alternados con periodos de diarrea, sin que haya ninguna causa orgánica que lo justifique... ¿o sí?
Clásicamente a la dispepsia funcional y al "colon irritable" se les ha englobado dentro de un grupo de síndromes llamados "patología funcional" del tubo digestivo. Este nombre sugiere que no existe un problema físico u orgánico detrás, sino que es un problema funcional. A día de hoy, sabemos que quizá estos términos no son los más adecuados, pues en gran parte de estos pacientes (o en todos) suele existir una alteración de la microbiota intestinal que condiciona la aparición de los síntomas.
Existe una gran cantidad de alteraciones de la flora intestinal de las cuales podemos hablar: disbiosis bacteriana, SIBO, LIBO... ¿queréis que haga una entrada hablando de cada una de esas alteraciones? Hacédmelo saber por comentarios o RRSS.
Tratamiento clásico del SII
En mi rotatorio de Medicina Digestiva pude comprobar cómo a este perfil de paciente se le realiza un tratamiento de "repoblación intestinal":
Este tratamiento consta de una primera fase en la que se indica al paciente la toma de un antibiótico, típicamente rifaximina, con el fin de erradicar el sobrecrecimiento bacteriano que padece. Después, se procede a aportar probióticos vía oral (es decir, bacterias adecuadas en las proporciones en que han de estar) para que lleguen y repueblen ese intestino. Esto produce mejoras sustanciales de los síntomas, aunque el efecto es temporal y hay que repetir el tratamiento cada cierto tiempo (meses).
Como es evidente, la alteración de la microbiota intestinal depende de nuestros hábitos alimentarios y de estilo de vida. Es imprescindible mantener una buena pauta de alimentación, pues al final somos lo que comemos, y tenemos las bacterias que tenemos por lo que comemos. Precisamente por esto, un tratamiento con antibiótico y posteriormente probióticos puede generar un alivio temporal, pero si no se acompaña de la optimización imprescindible en alimentación y ejercicio, el problema volverá a aparecer.

Otros usos de los probióticos
Los probióticos pueden estar formados por muchísimos tipos y subtipos de bacterias, y no solamente están destinados al tubo digestivo: también los hay para el área genital, entre otros aspectos. En general, para todas las zonas del cuerpo donde vivan bacterias que nos otorgan protección y salud. Por ese motivo, existen formulaciones de probióticos específicas para cada problema y para cada parte del cuerpo que se quiera tratar. Por ello, antes de comprar uno, consultad con vuestro médico para valorar qué fórmula es la más adecuada a vuestro caso.
En mi consulta online puedo echarte una mano si necesitas ayuda con tu elección de probióticos acorde al problema concreto que presentes.
Entonces, los prebióticos...
Un prebiótico está compuesto de aquellos alimentos favoritos de aquellas bacterias que nos interesa hacer crecer, por lo que es otra manera de regular nuestra microbiota. Uno de sus componentes más frecuentes son las fibras vegetales, precisamente porque sabemos que este tipo de alimentos son los más beneficiosos para mantener a nuestras bacterias sanas. La forma más sencilla de mantener a nuestras bacterias sanas es aportar dichas fibras con la dieta, a partir del consumo de vegetales.
¿Tienes alguna duda sobre los probióticos o los prebióticos? Puedes comentar en la entrada y te responderé en seguida :)